SALMOS 51:14 Líbrame de delitos de sangre, oh Dios, Dios de mi salvación; entonces mi lengua cantará con gozo tu justicia. 15 Abre mis labios, oh Señor, para que mi boca anuncie tu alabanza.
Hoy vamos a examinarnos rápidamente de cuantas palabras hablo en el día y de ellas cuantas edifican y cuantas NO edifican, piénsalo por unos minutos……… ahora como te gustaría que ese panorama cambie en tu vida, enumerarlo……
El Salmista exclama al señor mencionando que lo libre de delitos de sangre; es decir de los pecados que hizo que Jesús pagara el precio por nosotros en la cruz, y esos pecados incluyen nuestras palabras incorrectas y lo que permitimos diariamente; para ser libres es necesario:
1. Reconocer mí pecado uno a uno: palabras ofensivas, palabras de irrespeto, palabras de desprecio, palabras de ira, palabras de desesperanza, etc.
2. Llevarlas a la cruz: visualizar como vas dejando una a una en la cruz, sabiendo que al dejarla allí vamos a ser libres.
3. Reemplazar las palabras por bendición: Es una decisión de no volver a decir lo que daña, sino lo que bendice.
Y por último en el Versículo 15 nos muestra que la alabanza es el resultado de permitir tener una boca correcta, por eso hoy me comprometo a edificarme con la alabanza al señor y no permitiré que mi corazón y mi mente se contaminen de lo que el mundo me enseña.
ORACIÖN:
Señor Jesús hoy vengo ante ti, me arrepiento de todas y cada una de mis palabras que no han edificado, mi vida y la de los demás, hoy vengo a la cruz y las dejo una a una clavadas y te clamo porque tu sangre me limpie, me restaure, y me edifique.
A partir de hoy me comprometo contigo a edificarme a través de cada alabanza.
Amen, amen.
Hoy vamos a examinarnos rápidamente de cuantas palabras hablo en el día y de ellas cuantas edifican y cuantas NO edifican, piénsalo por unos minutos……… ahora como te gustaría que ese panorama cambie en tu vida, enumerarlo……
El Salmista exclama al señor mencionando que lo libre de delitos de sangre; es decir de los pecados que hizo que Jesús pagara el precio por nosotros en la cruz, y esos pecados incluyen nuestras palabras incorrectas y lo que permitimos diariamente; para ser libres es necesario:
1. Reconocer mí pecado uno a uno: palabras ofensivas, palabras de irrespeto, palabras de desprecio, palabras de ira, palabras de desesperanza, etc.
2. Llevarlas a la cruz: visualizar como vas dejando una a una en la cruz, sabiendo que al dejarla allí vamos a ser libres.
3. Reemplazar las palabras por bendición: Es una decisión de no volver a decir lo que daña, sino lo que bendice.
Y por último en el Versículo 15 nos muestra que la alabanza es el resultado de permitir tener una boca correcta, por eso hoy me comprometo a edificarme con la alabanza al señor y no permitiré que mi corazón y mi mente se contaminen de lo que el mundo me enseña.
ORACIÖN:
Señor Jesús hoy vengo ante ti, me arrepiento de todas y cada una de mis palabras que no han edificado, mi vida y la de los demás, hoy vengo a la cruz y las dejo una a una clavadas y te clamo porque tu sangre me limpie, me restaure, y me edifique.
A partir de hoy me comprometo contigo a edificarme a través de cada alabanza.
Amen, amen.
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