Proverbios 15:1 La blanda respuesta quita la ira; más la palabra áspera hace subir el furor.
No hay ninguna justificación para ser áspero o descortés en nuestra comunicación. Si afirmamos que Dios es nuestro Padre, debemos ser prudentes con el uso de la lengua y hablar sabiamente y con cortesía a todas las personas.
Salomón le dice a la mujer sabia en el libro de Proverbios "Abre su boca con sabiduría, y la ley de clemencia está en su boca".
De manera consciente seleccionaremos palabras que sean afectuosas, asimilables y compasivas. Como mayordomos de la gracia que Dios ha extendido a nosotros debemos a su vez, expandir esta misma gracia a otros. Debemos cultivar el hábito de hablar palabras amables en especial a aquellos que sintamos que no lo merecen, no es esto de lo que trata la gracia ? ¡ Cuidado esto no significa que vamos a enterrar nuestras cabezas en la arena y no vamos a tratar con situaciones problemáticas !
Antes de a cercarnos a alguien, debemos ir a Dios y tomar su palabra, la cual siempre da el resultado deseado. Is 55:11 " Así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mi vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para lo que la envié". No podemos cumplir los propósitos de Dios mientras somos ásperos.
Hay varios grados de asperezas y el abuso verbal está en el extremo final de espectro. Las palabras ásperas nunca mueren y piden afectar a una persona de por vida. Muchos de los marginados sociales, han sido víctimas del abuso verbal en algún momento en sus vidas. Sus perpetradores, incluyen padres, maestros, conjugues inseguros y otros que pueden haber estado batallando con sus propios asuntos emocionales.
Si eres propensa a hablar de manera áspera cuando estás enojada, comienza a buscar a Dios para que te haga libre. Salomón dijo mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad, Proverbios 16:32. Puedes empezar el control de este comportamiento destructivo por el poder del Espíritu Santo.
Recuerda que la aspereza produce heridas que nunca pueden ser curadas, así que no permitas que la aspereza o el abuso verbal sean nombrados entre los rasgos de tu carácter. Toma la decisión y compromete a que la amabilidad sea uno de los principios centrales de tu vida.
Declara o afirma Hoy : Abro mi boca con sabiduría. La ley de clemencia está en mi lengua.
Dios les Bendiga!!!!!! No vemos mañana, tendremos otra palabra de edificación para tu vida, nos alegra que hagas parte de este desafío.
No hay ninguna justificación para ser áspero o descortés en nuestra comunicación. Si afirmamos que Dios es nuestro Padre, debemos ser prudentes con el uso de la lengua y hablar sabiamente y con cortesía a todas las personas.
Salomón le dice a la mujer sabia en el libro de Proverbios "Abre su boca con sabiduría, y la ley de clemencia está en su boca".
De manera consciente seleccionaremos palabras que sean afectuosas, asimilables y compasivas. Como mayordomos de la gracia que Dios ha extendido a nosotros debemos a su vez, expandir esta misma gracia a otros. Debemos cultivar el hábito de hablar palabras amables en especial a aquellos que sintamos que no lo merecen, no es esto de lo que trata la gracia ? ¡ Cuidado esto no significa que vamos a enterrar nuestras cabezas en la arena y no vamos a tratar con situaciones problemáticas !
Antes de a cercarnos a alguien, debemos ir a Dios y tomar su palabra, la cual siempre da el resultado deseado. Is 55:11 " Así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mi vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para lo que la envié". No podemos cumplir los propósitos de Dios mientras somos ásperos.
Hay varios grados de asperezas y el abuso verbal está en el extremo final de espectro. Las palabras ásperas nunca mueren y piden afectar a una persona de por vida. Muchos de los marginados sociales, han sido víctimas del abuso verbal en algún momento en sus vidas. Sus perpetradores, incluyen padres, maestros, conjugues inseguros y otros que pueden haber estado batallando con sus propios asuntos emocionales.
Si eres propensa a hablar de manera áspera cuando estás enojada, comienza a buscar a Dios para que te haga libre. Salomón dijo mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad, Proverbios 16:32. Puedes empezar el control de este comportamiento destructivo por el poder del Espíritu Santo.
Recuerda que la aspereza produce heridas que nunca pueden ser curadas, así que no permitas que la aspereza o el abuso verbal sean nombrados entre los rasgos de tu carácter. Toma la decisión y compromete a que la amabilidad sea uno de los principios centrales de tu vida.
Declara o afirma Hoy : Abro mi boca con sabiduría. La ley de clemencia está en mi lengua.
Dios les Bendiga!!!!!! No vemos mañana, tendremos otra palabra de edificación para tu vida, nos alegra que hagas parte de este desafío.
Gracias por estas palabras, las leí en el altar familiar. "Me comprometo a que la amabilidad sea uno de los principios de mi vida".
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