Hablar demasiado conduce al pecado, Se prudente y mantén la boca cerrada. Proverbios 10:19
Que es ser Locuaz ? Que habla mucho.
Muchos piensan que la multitud de palabras demuestran su conocimiento, o creer que saben más que otros, o sencillamente porque son así y no permiten que Espíritu de Dios tome control de esa manera de hablar la cual no solo desatan palabras incorrectas sino que resultan en medio de situaciones que pueden avergonzarlos y no ser un testimonio de lo que realmente es tener la unción de Jesús al hablar.
Las Escrituras nos enseñan que “En la lengua hay poder de vida y muerte;
quienes la aman comerán de su fruto”. Prov. 18: 21 (NTV)” Por eso vamos a tomar una hoja y vamos a examinar nuestra manera de hablar en la casa, en tu lugar de trabajo, en tu célula, con los hijos, con el esposo, con los padres, o con las personas que nos rodean.
Debemos tener claro que cuando Dios salva alguien inmediatamente cambia el lenguaje, y se empieza hacer realidad la promesa de Dios que nos enseña el Profeta Isaías 59:21 “Y éste será mi pacto con ellos, dice Jehová: El Espíritu mío que está sobre ti, y mis palabras que puse en tu boca, no faltarán de tu boca, ni de la boca de tus hijos, ni de la boca de los hijos de tus hijos, dice Jehová, desde ahora y para siempre.”
Cuando recibimos la unción de Dios se cambia nuestro lenguaje, palabras que edifican, confortan y motivan. Nuestras palabras se vienen a convertir en una profecía, ya que lo que nosotros decimos mueve la esfera espiritual.
No es por cuanto hablemos o cuanto callemos, es buscar en Jesús ese equilibrio de hablar en el momento justo, de callar para no lastimar, para edificar, pero sobre todo que nuestras Palabras cambien la atmósfera donde vayamos y que seamos aun confiables para el Reino de Dios a través de nuestra manera de hablar y confiables para quienes Dios ha puesto a nuestro lado.
Recuerda “Soy esclavo de lo que digo y dueño de lo que callo”
ORACIÓN
Padre hoy te pido perdón y reconozco que mi manera de hablar necesita ser cambiada y transformada por ti. Hoy te presento mi pecado (presenta lo que escribiste en la hoja y lo vas a confesar uno a uno). Hoy Sr Jesús hago un intercambio contigo y aplico sobre mi boca y corazón la Sangre que broto de tu barba cuando fue arrancada en la Cruz del Calvario, y recibo la transformación en mi forma de pensar y hablar, recibo la promesa que dice en Isaías 52:15 15 así asombrará él a muchas naciones; los reyes cerrarán ante él la boca, porque verán lo que nunca les fue contado, y entenderán lo que jamás habían oído, porque muchos quedaran asombrados de lo que hiciste en mí.
Te amo Sr Jesús y Dulce Espíritu Santo háblame cada día y enséñame lo que tengo que cambiar y mudar de mi corazón. Amén
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