Neh
2:20.- “¡El Dios del cielo, nos prosperará
Cuantas tormentas habría pasado Nehemías que sus ojos y su
corazón era elevado constantemente a Dios, el gran Vigilante de toda la
obra, Aquel que colocó en el corazón de su siervo la voluntad de reconstruir. Y
en cada paso que daba la fe y el coraje se fortalecían en su corazón. En la mente de Nehemías, la sabiduría dictaba
dos responsabilidades: oración y planificación.
Nuestro caso no es diferente. No
importa en qué situación estemos, no importa que tan grandes sean nuestras
tormentas nada ni nadie nos puede impedir que oremos y planifiquemos para que se
abran las puertas y oportunidades que Dios tiene para nosotros.
Reflexión
Hace unos años fuimos a hacer un seminario a una nación vecina el primer día salimos a conocer junto con los anfitriones un sitio turístico llamado el “Avila” en un teleférico que contacta una montaña con la otra, nos permitieron subir aunque el cielo estaba gris, no se veía ninguna lluvia; un viaje que duraba veinte minutos se nos convirtió en más de una hora, porque de un momento a otro empezó una tormenta con truenos y rayos por todos lados, de un momento a otro se paró el teleférico quedando en medio de la montaña por lo que solo veíamos el abismo que estaba debajo de nosotros, y no teníamos señales de avanzar ya que se fue la luz, el carro empezó a sacudirse de una forma que pensamos que se desprendería en cualquier momento, veíamos al frente los otros carros vacíos que se sacudían fuertemente, el temor nos sobrevino y en un momento los que íbamos reaccionamos de diferentes maneras unos gritaban, lloraban y otros reíamos pero de nervios y sé que varios pensamos que ese era nuestro final, hasta que luego de un rato de desespero, vino la voz de Dios al pastor quien nos dijo; por qué gritan ¡oremos!; enseguida levantamos un clamor al Dios de los cielos y en menos de unos segundos se apaciguaron los relámpagos y la lluvia; aunque no se restableció la luz permanecimos otro tiempo en medio del abismo, Dios nos inundó de la paz y confianza que sólo él da.
Hace unos años fuimos a hacer un seminario a una nación vecina el primer día salimos a conocer junto con los anfitriones un sitio turístico llamado el “Avila” en un teleférico que contacta una montaña con la otra, nos permitieron subir aunque el cielo estaba gris, no se veía ninguna lluvia; un viaje que duraba veinte minutos se nos convirtió en más de una hora, porque de un momento a otro empezó una tormenta con truenos y rayos por todos lados, de un momento a otro se paró el teleférico quedando en medio de la montaña por lo que solo veíamos el abismo que estaba debajo de nosotros, y no teníamos señales de avanzar ya que se fue la luz, el carro empezó a sacudirse de una forma que pensamos que se desprendería en cualquier momento, veíamos al frente los otros carros vacíos que se sacudían fuertemente, el temor nos sobrevino y en un momento los que íbamos reaccionamos de diferentes maneras unos gritaban, lloraban y otros reíamos pero de nervios y sé que varios pensamos que ese era nuestro final, hasta que luego de un rato de desespero, vino la voz de Dios al pastor quien nos dijo; por qué gritan ¡oremos!; enseguida levantamos un clamor al Dios de los cielos y en menos de unos segundos se apaciguaron los relámpagos y la lluvia; aunque no se restableció la luz permanecimos otro tiempo en medio del abismo, Dios nos inundó de la paz y confianza que sólo él da.
Esto me recuerda el pasaje en Mateo 8:23-26 donde le
Señor Jesús junto con sus discípulos los reprende y calma la tormenta ¿Por qué teméis, hombres de poca fe?
¿Cuál es la tormenta que estás pasando hoy? El Señor te dice “No temas porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo, siempre te ayudaré” Isaias 41:10
¿Cuál es la tormenta que estás pasando hoy? El Señor te dice “No temas porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo, siempre te ayudaré” Isaias 41:10
Oración
Señor Jesucristo hoy te pido que
mis ojos y mis oídos sean abiertos a lo que tú tienes
para mí vida, ayúdame a tener una comunión más profunda contigo y
llena de fe, aviva el discernimiento y
pon un espíritu superior para cuando tenga que enfrentar toda oposición, toda clase de problemas, todo temor y dame las fuerzas necesarias para avanzar y
conquistar. Te pido Señor que una gota
de la Sangre que derramaste en la cruz
del calvario cuando te colocaron la corona de espinas venga sobre
mi cabeza anulando, absorbiendo todo temor, angustia, problema y necesidad, reemplazándolo por la fe, conquista y victoria tuya. En el nombre del Señor Jesús.. Amén.
“Se producen más cosas
mediante la oración de lo que pueda soñar este mundo” Alfred Lord Tennyson
Gracias, por tan hermosa palabra.Me llena de mucha fuerza y me recarga para no darme por vencida.DIOS les siga bendiciendo en todo. Neyaveyi chaparro.
ResponderEliminarTambién pido oración por empleo que llevo buscado casi un año y no me ha salido nada.gracias....
Edificante, gracias.
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