Al volver al libro para estudiar en
detalle las características de Nehemías, consideremos un pasaje de Isaías 49:15, 16: ¿Se
olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de
su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca
me olvidaré de ti. He aquí́ que en las palmas de las manos te tengo esculpida;
delante de mí están siempre tus muros.
Lo que Dios
decía a su pueblo era lo siguiente: "Las vidas de ustedes son como muros,
que están continuamente delante de mí. He escrito las vidas de ustedes en mis
manos". Nuestras vidas son delante de Dios lo que eran los muros para Jerusalén.
Francamente,
pienso que los muros de nuestras vidas a menudo yacen en ruinas a causa de la
negligencia. El Líder que nos conduce a
reconstruir los muros es el Espíritu Santo, y Él es el que continúa la obra de reconstrucción
dentro de nosotros. El hace lo mejor que puede para llamarnos la atención sobre
la condición de nuestros muros, pero algunas veces no oímos lo que nos dice.
Sin embargo, no somos tardos para oír, simplemente no oímos.
Tal vez
usted sea conocido como un buen cristiano. Pero en su corazón sabe que, aunque es cristiano en el mismo
sentido en que Jerusalén les pertenecía a los judíos, el muro que rodea su vida
espiritual, que lo protege y defiende está por el suelo. Pecados tales como el egoísmo, la falta de
disciplina, la postergación, la inmoralidad, el hecho de no tener tiempo para
Dios, el compromiso con el mundo y la rebelión han llegado y sembrado sus
horribles semillas. Y esta siembra ha comenzado a dar su fruto de muerte. Haga usted un serio inventario de
su verdadera situación.
Así como Nehemías
hizo se informó y se preocupó́ antes de emprender su proyecto. La primera fase fue la evaluación
Si vemos
que: El corazón descuidado, la vida que tiene sus muros caídos, pronto será́
dominada por el mundo y el caos prevalecerá́. Así que usted no se conforme con arrepentirse
¡Reconstruya! ¡Persevere!
¡Jamás se rinda!
Oración
Padre te pido que una gota de la
Sangre que El Señor Jesús derramó de sus llagas, absorba, anule y reemplace
todo mi egoísmo, rebelión, mal andar, cualquier muro caído en mi vida y que me
des la revelación de tu palabra a mi corazón para no retroceder.
En el nombre de Jesús. Amén.
"Tú
creaste mis entrañas; me formaste en el vientre de mi madre. ¡Te alabo porque
soy una creación admirable! ¡Tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien! Examíname, oh Dios, y sondea mi corazón;
ponme a prueba y sondea mis pensamientos. Fíjate si voy por mal camino, y
guíame por el camino eterno.» Amén. Salmo 139: 13-14, 23-24 NVI
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