El líder tiene un claro reconocimiento de las necesidades.
Nehemías 1:4 "Cuando oí́ estas palabras". Nehemías no estaba preocupado; no vivía en un mundo de sueños, opuesto a la realidad. El preguntó: "¿Cuál es la condición?" Ellos respondieron: "Es una situación deplorable". El escuchó lo que le dijeron.
¿Está usted enterado de las necesidades? ¿Qué diría de las necesidades de su propia familia? ¿Es sensible como padre, madre y como cónyuge? Quizá́ viva solo (a). ¿Sabe qué es lo que hay en el corazón de sus padres, hacia dónde se inclina la balanza? Si usted enseña, ¿está enterado de las necesidades de los estudiantes que llenan su salón de clase? En sus ?negocios de sus clientes, ¿qué diría de las demás áreas donde los problemas dan comienzo y se enconan?
- Nehemías dio un paso más allá́ del reconocimiento del problema; él se preocupó́ personalmente por la necesidad. No sólo oyó́ estas cosas, sino que también se sentó́ y se identificó́ con ellas.
Reflexión
. ¿Hay oportunidades cuando sabemos que algo marcha mal en nuestro hogar, pero nos negamos a intervenir para corregirlo? Descuidadamente echamos sombras sobre la razón y decimos: "Bueno, de algún modo tiene que arreglarse eso".
Dios ha escogido al padre, madre, para dirigir el hogar. El motiva, establece el paso, ofrece dirección, estímulo y maneja la disciplina. Vemos ejemplos como el de Elí sacerdote del A.T. quien sabía todo esto, (1 Samuel 3) pero no reprendía a sus hijos y se hacia el sordo cuando desobedecían y hacian lo malo delante Dios. Tal vez él se imaginaba que los dirigentes del templo enderezarían a sus hijos. Es trágico el hecho de que muchas personas le dejan a la iglesia y lideres la tarea de instruir a sus hijos y por tanto, la iglesia vive bajo la constante acusación. Pero este no es un problema de la iglesia, sino del hogar. Raras veces puede la iglesia resucitar lo que el hogar ha sentenciado a muerte.
Oración
Padre hoy nos presentamos delante de ti «oye tú desde el cielo nuestra oración y súplica, y defiende nuestra causa. Somos culpables, hemos pecado, hemos hecho lo malo porque no hemos asumido nuestros roles como padres, hijos, líderes y discípulos , no hemos levantado un altar por nuestra Nación para reprende la idolatría, la indolencia, y liviandad de nuestras casas.
»Ahora, Dios mío, te ruego que tus ojos se mantengan abiertos, y atentos tus oídos a las oraciones que se eleven en este lugar. »Levántate, Señor y Dios; ven a descansar, tú y tu arca poderosa. Señor y Dios, ¡que tus sacerdotes se revistan de salvación! ¡Que tus fieles se regocijen en tu bondad! Señor y Dios, no le des la espalda a tu ungido. ¡Recuerda tu fiel amor hacia David, tu siervo!»»
Padre que se deshaga la neblina de mi corazón, mi visión se aclare para que yo pueda ver a través de tus ojos. Gracias Señor porque la Sangre que derramó el Sr Jesús de sus pies que nos ubica en el propósito para nuestras vidas, familias y ministerios en el nombre de Jesús. Amén. 2 Crónicas 6:35, 37, 40-42 NVI
Gracias Pastores por esta porción de la Palabra. Padre mío pedimos tu misericordia para con nosotros, nuestro hogar, nuestra familia. Te exaltados Rey de Gloria.
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