SACANDO LA BASURA

Neh. 3:14 “Y Malquías, hijo de Recab, oficial del distrito de Bet-haquerem reparó la puerta del Muladar. La edificó y asentó sus hojas, sus cerrojos y sus barras”

La palabra Muladar heb. ‘ashpoth o ashpowth significa montón de basura o desperdicio, también tonterías; montón de mugre, desechos, suciedad, inmundicia; montaña de excremento o estiércol. Otras aplicaciones es montón de ceniza, descargadero de basura.

Hace más de 10  años hubo uno de las mayores tragedias ambientales que ha sufrido el Distrito Capital y el país: el derrumbe de 800 mil toneladas de basuras en el Relleno de Doña Juana, el principal botadero de basuras de la ciudad de Bogotá. Los que lo presenciaron cuentan que se sintió como cuando estalla una bomba, se pensaron muchas cosas menos un derrumbe ocasionado por miles de toneladas de basura. El sur de Bogotá vivió una emergencia sanitaria sin precedentes en donde los hospitales no daban abasto por la cantidad de personas que llegaban enfermas por los hedores y las plagas que se habían generado después de la tragedia y atacaban a la comunidad aledaña. 

Así como los bogotanos estamos aprendiendo a manipular mejor la basura clasificándola para reciclaje y ahorrando basura, para no terminar con ella al cuello, en la parte espiritual esta puerta nos representa todo lo que guardamos en nuestra alma producto de la vida vieja, vicios, mañas, costumbres, tradiciones, homicidios, adulterios, engaño, y toda clase de cosas producto del pecado; las cuales cobijan los pensamientos, las emociones, los sentimientos y la misma voluntad; por eso cuando la sacamos de nuestro corazón produce graves consecuencias destruyendo, enfermando, matando y contaminando a los que están alrededor.

“No lo que entra en la boca contamina al hombre; más lo que sale de la boca, esto contamina al Hombre” Mateo 15:11….. No podemos reconstruir esta puerta con remiendos humanos...

ORACION
Señor Jesucristo  hoy voy ante ti y te entrego todo lo malo que he guardado en mi corazón, te pido que tan solo  una gota de  la sangre que derramaste en la cruz del calvario cuando te clavaron la lanza en el  pecho venga sobre mi vida, mi corazón y  saque  toda la  basura que he permitido dentro de mí, todo odio, rencor, falta de perdón  y  me santifiques y purifiques por el lavamiento con tu palabra Amen.